3 preguntas para resolver problemas
Responder a cada problema de la empresa puede ser muy tentador para quienes lideran, pero no siempre es lo mejor. Descubre por qué.
Cuando las personas se enfrentan a un problema desconcertante, a menudo piden consejo a quienes las lideran, sin embargo, este enfoque rara vez funciona.
Primero, quizá el o la líder ni siquiera esté resolviendo el problema correcto. No tiene la visión de quienes están en primera línea, así que acabará basándose en su propia historia y en lo que cree que son acontecimientos similares. Segundo, aunque el equipo se sienta aliviado por su solución, sus miembros quizá no se comprometan del todo a hacerla funcionar. No es su idea, al fin y al cabo; y si no resulta es fácil culpar a alguien más diciendo: “Desde el inicio sabíamos que no iba a funcionar”.
Cuando esta solución fracasa, comienzan las acusaciones. Pronto entramos en un círculo vicioso de creciente microgestión. Para contruir una forma de trabajo ágil, en lugar de que los y las líderes den respuestas cuando se presenta una pregunta, todos/as en el equipo estarán mejor atendidos/as si les hacen las siguientes tres preguntas:
1. ¿Qué recomiendas?
Preguntar esto podría tambalear a tus colaboradores/as durante un momento, pero una vez que se les pasa la sorpresa, aprenden a llegar a cualquier discusión preparados/as con una hipótesis. Si percibes que no tienen una recomendación preparada, puedes hacer una lluvia de ideas, pero al final levanta la sesión y pídeles que vuelvan cuando tengan una hipótesis. No dejes que se vayan sin antes de decirles: “Confío en ti. Estás más cerca de esto que yo, y sabrás cómo adaptarte conforme la situación evoluciona”.
2. ¿Cómo podemos probarlo?
Se ha hecho una recomendación fascinante. Tenemos algo que podría ser emocionante; ahora, ¿cómo lo ponemos a prueba? Un enfoque de prueba permite que como líder dejes que la idea del equipo se desarrolle a un costo y riesgo relativamente bajos. Incluso si eres escéptico/a respecto a un enfoque, en lugar de empezar una pelea o lanzar argumentos teóricos, empuja al equipo a crear un prototipo y ver si funciona. Puedes sorprenderte.
3. ¿Qué necesitas de mí?
Solicita a cada miembro del equipo que primero piense acerca de los obstáculos que enfrentará y luego te diga qué puedes hacer para ayudarlo/a a abordarlos. ¿Necesitan recursos? ¿Dinero? ¿Un entorno de pruebas? ¿Acceso a compañeros/as de equipo con ciertas habilidades? Esto coloca sobre ti la parte correcta de la carga y te asegura que estás trabajando para facilitar y acelerar el trabajo de una persona, en lugar de inspeccionarlo y obstaculizarlo.
Al crear un lugar de trabajo donde se anima a los/as empleados/as a innovar y a ejercer sus pasiones creativas, los/as líderes pueden mejorar los resultados de su empresa a corto plazo y contribuir a un necesario replanteamiento del contrato entre empleador/a y empleado/a.
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Con información de Darrell K. Rigby, c.2021 Harvard Business School Publishing Corp.